12 de enero de 2013

Volando cometas

Quien sabe que pasará mañana, quien sabe con qué se encontrará. No importa tanto el saber o el conocer, hay veces que no vale la pena, que incluso dejándonos llevar las cosas no son lo que uno espera. Uno forma vínculos, relaciones, se aferra, se vulnera cuando siente que no corre peligro y sin embargo no siempre la respuesta es la esperada. A veces esa persona no era la adecuada para recibir nuestra amistad, a veces es más lo que uno cree que hay que aquello que realmente existe. Pero no por eso deja de ser triste cuando la realidad nos enfrenta con nuestro error, cuando uno se encuentra sentado frente a alguien pero hablando solo, desnudando las ideas y el alma, pero hablando solo. Tratar de remontar lo irremontable, una perdida de tiempo. Es preferible dejar ir la idea de lo que creíamos tener pero no existía.

2 de enero de 2013

Escenario

De tanto extrañarte te desconozco, ya no distingo tu realidad de mi ficción, ya todo es una escena brumosa, nebulosa, poco clara e inconclusa. De tanto recrearte ignoro los detalles, los magnifico y minimizo por igual, son y dejan de ser casi al mismo tiempo. ¿Y qué hay si no un recuerdo? ¿Qué existe sino aquello que pensamos? Donde las palabras no son tangibles, donde el imaginario es más fuerte que una realidad inexistente, nada es tan real como lo percibimos.

Sleepless in Seattle

Y en una noche de insomnio ya no me queda nada por decir que no haya dicho antes. Ya no me vienen a la cabeza maravillosas historias por contar, ya no me reclama la fantasía de mis ideas, se me agotaron las cosas que no son. Ya no surgen tragedias que llorar ni finales felices color de rosas. Ya no me reconozco en esas ficciones que mi cabeza urdía.
Será que soy más sensata, quizás más realista, quizás simplemente me canse de tejer sueños cual Penélope. O quizás se me terminaron las historias para contar hasta el momento y todavía no haya empezado siquiera el camino de mi próxima aventura.
Quizás ya no me alcanza con mi ficción y punto.

1 de enero de 2013

No list

Si cerramos al 2012 de manera simple, sin balances, abramos el 2013 sin listas de deseos o de metas. Los años pasan, el tiempo corre, los objetivos se alcanzan o no, todo depende de cada acción y reacción diaria, no tiene que ver con la predisposición un 1º de Enero. Entonces, en vez de sentarnos a armar una lista de deseos para el año que empieza, movámonos, activemos, reaccionemos, vivamos, respiremos, sintamos. Nunca dejemos de sentir. El dolor, el amor, la pena, la gloria, la alegría, sobre todo la alegría, llorar de la risa hasta que nos duela la panza. Y abrazar a alguien todos los días, no dejar el Hola en un saludo y un beso fugaz en la mejilla, saludar a esa persona que nos desea un Buen día con un abrazo, como una manera de compartir un poco de energía vital.
No, parece, pero no es una lista de deseos, es solo un recordatorio básico para todos los días, primeros de Enero, mediados de Abril, días hábiles o feriados: sonreír y amar la vida misma. Es fácil y más corto que una lista.