27 de marzo de 2011

Pero cuando te vas…

“Una vez más siento la necesidad de respirarte en los ambientes más oscuros”.

Una vez más siento la necesidad de ponerme límites a mi misma, de buscar la manera más inteligente de actuar para mí, aquella donde quien más valga sea yo y no el otro.

Así que día 1 en este intento de mantenerme fiel a mí y no dejarme arrastrar por esos ríos que de vez en cuando se desbordan y me llegan a tierra firme.

Todo lo que pido es la fuerza necesaria para no olvidar que no hay nadie más importante para mí que yo misma, y que solo manteniéndome en esa línea puedo ser feliz sola y algún día puedo hacer feliz a alguien más.

5 de marzo de 2011

=)

Necesito volver a encontrarme a mí misma, en algún punto me perdí, en ese camino de tratar de conectar con el otro me desconecté conmigo, no se cómo.

¿Qué voy a hacer con tanto cielo para mí? Voy a volar, voy a dejar que mis alas se desplieguen libres sin restricciones, sin límites, sin ataduras.

El desafío ajeno de por sí me implica un límite, me implica un tope, me implica un tener que alcanzar un nivel para no sentirme menos. Y sin embargo no tiene que ser así, mi tope me lo pongo yo, alto o bajo, pero lo delimito con mis propias capacidades, con mis propios deseos y necesidades.

Quizás no soy la mejor, quizás no soy la más inteligente, definitivamente no soy la más políticamente correcta. Pero soy yo, y es a mí a quien le tiene que gustar.

Cable a tierra, manos en el piso sintiendo donde tienen que estar mis pies, cabeza arriba, alta alta tratando de captar las mínimas brisas que puedan pasar y su aire puro que me refresca las ideas.

Es malo perderse, pero no hay  nada como encontrarse, y como me pasa cada tanto es algo que puedo afirmar, justificar, y apostar en ello mi vida si fuera necesario.

Acá estoy, acá me planto, de nuevo soy yo, de nuevo no agacho la cabeza ante nada ni nadie, y al que le gusta bien y al que no le gusta es porque no me conoce.