23 de septiembre de 2010

Estudios sobre el amor (5)

En el régimen normal, la cosa atendida ocupa unos momentos ese centro privilegiado, del cal es expulsada pronto para dejar a otra su puesto. En suma, la atención se desplaza de un objeto a otro, deteniéndose más o menos en ellos, según su importancia vital. Imagínese que un buen día nuestra atención quedase paralizada, fija en un objeto. El resto del mundo quedaría relegado, distante, como inexistente, y, faltando toda posible comparación, el objeto anómalamente atendido adquiriría para nosotros proporciones enormes. Tales, que, en rigor, ocuparía todo el ámbito de nuestra mente y sería para nosotros, él solo, equivalente a todo ese mundo que hemos dejado fuera merced a nuestra radical desatención. Acaece, pues, lo mismo que si aproximamos a los ojos nuestra mano: siendo tan pequeño cuerpo, basta para tapar el resto del paisaje y llenar por entero nuestro campo visual. Lo atendido tiene para nosotros ipso facto más realidad, más vigorosa existencia que lo desatendido, fondo exangüe y casi fantasma que aguarda en la periferia de nuestra mente. Al tener más realidad, claro es que se carga de mayor estima, se hace más valioso, más importante y compensa el resto oscurecido del universo.

17 de septiembre de 2010

Estudios sobre el amor (4)

Formulada con alguna cautela, pero ateniéndonos rigurosamente al pensamiento de Platón, su idea es ésta: en todo amor reside un afán de unirse el que ama a otro ser que aparece dotado de alguna perfección. Es, pues, un movimiento de nuestra alma hacia algo en algún sentido excelente, mejor, superior.

Estudios sobre el amor (3)

Como Fichte indicaba, filosofar quiere decir propiamente no vivir, lo mismo que vivir quiere decir propiamente no filosofar. ¡Delicioso poder de ausentarse de la vida, de evadirse, por una virtual dimensión que el filósofo posee y que percibe eminentemente cuando parece ingenuo a la mujer!

14 de septiembre de 2010

Ortega y Gasset – Estudios sobre el amor (2)

La mayor parte de los hombres muere sin haber gozado jamás una auténtica emoción de arte. Sin embargo, se ha convenido en aceptar como tales el cosquilleo que produce un vals o el interés dramático que un novelón provoca.

Por miles de noches estrelladas

¿"Puedo escribir los versos más tristes esta noche"? No, la verdad es que no puedo, aunque sé que me tendría que sentir triste, que tendría que sentirme desolada, que tendría que expulsar tantas cosas de mi alma.Pero no puedo sentirme triste, tengo esta esperanza que me hierve dentro del pecho, estas ansias de vivir que no me dejan bajar los brazos ante nada.
"La noche está estrellada y ella no está conmigo", así y todo no puedo dejar de sonreir. Porque existe alguien así, porque esto me demuestra que aun estoy viva, que todavía tengo la capacidad de sentir, y de sentir cosas nuevas y extraordinarias.
Durante mucho tiempo me dejé llevar por esas noches estrelladas, donde los astros cruzaban el azul del cielo, donde mis ojos solo miraban el techo sin saber nada más del mundo. Pero ese tiempo quedó detrás, hoy siento otras cosas y quiero seguir sintíendolas mientras la existencia me lo permita.
Quizás la mía no es la mejor historia, quizás lo que me pasa podría llenar una novela, quizás si a alguien le contara lo que pienso y siento se compadecería de mí. Pero no se preocupen familiares y amigos, esta vida me sonríe aunque lo haga de costado, aunque me ponga cara sería me está guiñando un ojo. Y yo no pienso dejar de mirarla directo a la cara.



(Lo que está entre comillas es de Neruda)

13 de septiembre de 2010

Ortega y Gasset - Estudios sobre el amor (1)

Esta opuesta intención de ambos efectos se manifiesta en otra forma: en el amor nos sentimos unidos al objeto. ¿Qué significa esta unión? No es, por sí misma, unión física, ni siquiera proximidad. Tal vez nuestro amigo -no se olvide la amistad cuando se habla genéricamente de amor- vive lejos y no sabemos de él. Sin embargo, estamos con él en una convivencia simbólica -nuestra alma parece dilatarse fabulosamente, salvar las distancias, y esté donde esté, nos sentimos en una esencial reunión con él. Es algo de lo que se expresa cuando, en una hora difícil, decimos a alguien: Cuente usted conmigo -yo estoy a su lado-; es decir, su causa es la mía, yo me adhiero a su persona y ser.

5 de septiembre de 2010

Tengo un duende en el bolsillo

“Tendrás que aprender a escuchar al duende que está ahí en ti” (*), duende, conciencia, mente, espíritu, alma, eso que nos dice: movete, movete, movete. Que nos suspira al oído las cosas que a veces no podemos escuchar nosotros mismos, o solo que no queremos escucharlas.

Yo soy de las que creen en escuchar a ese duendecito que tenemos dentro, a esa magia que nos golpea en el pecho y que nos impulsa a hacer cosas diferentes, maravillosas para nosotros mismos.

Creo en la magia misma de lo que me dicta el corazón, en el poder de mis ilusiones y deseos, en luchar por algo con todas mis fuerzas sabiendo que quizás pierda en el camino, pero que valió la pena lo vivido.

“No es fácil elegir dos mil formas de vivir, dos mil formas de sentir” (*), porque cada segundo se abre un nuevo camino ante nosotros, cada decisión que tomamos, cada paso dado. Siempre que miramos hacia adelante nos encontramos con miles de bifurcaciones que nos llevaran a lugares inesperados. Coraje, elegí aquella que más feliz te haga aunque sea en pendiente ascendente, cuando llegues arriba vas a ser más fuerte que antes.

 

(*) La Oreja de Van Gogh – Dos cristales

4 de septiembre de 2010

Solo frases

"A veces al hablar de mi vida termino por romper a llorar, supongo que es asi como empiezo a ocultar lo que quiero decir de verdad". La Oreja de Van Gogh (Alguna de mis noches)

 

“Tengo tantas cosas, tengo todas en mi mente” (*), tantas cosas que necesito decir y que no encuentro el como, tantas cosas que sentir y sin saber cómo hacerlo.

Cuando uno empieza a vivir se encuentra con muchas maravillas que le quitan la respiración, se encuentra con mil cosas ante sus ojos, ante una luz diferente. Y es difícil saber que hacer con tantas cosas.

Tener muchas ideas, tener muchos pensamientos, tener muchos sentimientos no siempre sirve, si no se sabe como expresarlos. Tener tanto cariño para dar y nadie que lo reciba duele casi tanto como no tener nada.

 

 

(*) La Oreja de Van Gogh -  Inmortal