5 de septiembre de 2010

Tengo un duende en el bolsillo

“Tendrás que aprender a escuchar al duende que está ahí en ti” (*), duende, conciencia, mente, espíritu, alma, eso que nos dice: movete, movete, movete. Que nos suspira al oído las cosas que a veces no podemos escuchar nosotros mismos, o solo que no queremos escucharlas.

Yo soy de las que creen en escuchar a ese duendecito que tenemos dentro, a esa magia que nos golpea en el pecho y que nos impulsa a hacer cosas diferentes, maravillosas para nosotros mismos.

Creo en la magia misma de lo que me dicta el corazón, en el poder de mis ilusiones y deseos, en luchar por algo con todas mis fuerzas sabiendo que quizás pierda en el camino, pero que valió la pena lo vivido.

“No es fácil elegir dos mil formas de vivir, dos mil formas de sentir” (*), porque cada segundo se abre un nuevo camino ante nosotros, cada decisión que tomamos, cada paso dado. Siempre que miramos hacia adelante nos encontramos con miles de bifurcaciones que nos llevaran a lugares inesperados. Coraje, elegí aquella que más feliz te haga aunque sea en pendiente ascendente, cuando llegues arriba vas a ser más fuerte que antes.

 

(*) La Oreja de Van Gogh – Dos cristales

No hay comentarios:

Publicar un comentario