29 de junio de 2010

No soy la mejor mujer

Aun creo en las utopías y el día que deje de creer en ellas ya no voy a ser yo. Porque en algún momento de mi vida toqué fondo, porque hubo un día en que vi todo negro, porque hubo muchas faltas en mi existencia, muchos agujeros en mi alma. Pero logré ver la luz entre los ladrillos de la celda en que me aprisionaba, y por esa rendija salí al mundo y vi el sol.
Así que sí, creo en las utopías, me maravillo con facilidad y todas las cosas me parecen increíbles. No cambiaría esa capacidad de asombro por nada en el mundo.
¿Me daré la cabeza contra la pared con tanto optimismo? Probablemente, pero la vida ya me pegó tan duro que no puede dolerme más. Y los dolores de los nuevos golpes serán pasajeros, y al tiempo serán solo recuerdos. Solo dejarán su cicatriz para probar que existieron, para recordarnos que hay cada tanto una pared contra la que podemos chocarnos y para que la próxima vez sepamos esquivarla.
Si tengo que golpearme mil veces para disfrutar de esta vida, lo voy a hacer. No hay nada que valga tanto como para impedírmelo, nada que valga más que la vida misma y el sabor que deja en mi boca y la sensación de viento fresco contra mi cara.

28 de junio de 2010

Instrucciones para subir una escalera - Julio Cortazar

Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situó un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso. Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie). Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

27 de junio de 2010

Más de un libro, la misma historia

A raíz de unos mensajes en el grupo de lectura se me dio por pensar en las sagas de libros que leí en mi vida. La verdad que es algo que me gusta, las colecciones, las sagas, las continuaciones, las historias que se hacen interminables a través de tomos y tomos.
Es complicado pensar porqué se da esto, porque me gustan tanto las continuaciones. Una de las posibilidades es que me encariño con los personajes, una vez que le tomo amor a uno, me gusta seguir leyendo sobre él, ver como evoluciona, como se desarrolla su historia de manera completa, es difícil dejarlos ir.
Otra posibilidad es que me gusta que las historias sean largas, me gusta que haya muchas situaciones, emociones, que los personajes se desenvuelvan lo más posible. Y eso solo lo dan las sagas.
Así que les dejo una pequeña lista de las sagas que recuerdo haber leído. Si ustedes leyeron alguna más, los invito a dejarlo en los comentarios, y si las leí las incluyo en el post.






Historias de Terramar (todavía no terminé de leerla)

La saga de la Fundación




19 de junio de 2010

"El que no arriesga no gana, dijiste. El que arriesga puede morir por amor" (*) ¿Morirse con las ganas o morir por las ganas? ¿Jugarse el todo por el todo sabiendo que el "no" está asegurado o quedarse cómodo viendo la vida pasar sin riesgos?
La vida está para vivirla, y nosotros decidimos cómo hacerlo. Pero a veces esa decisión no es tan fácil como parece. A veces ya nada depende de nosotros, la decisión está en otras manos, nuestros actos solo se adaptan a la reacción ajena. Porque arriesgarse a provocar una reacción es peligroso, casi doloroso. El solo esperar un movimiento, una jugada, es doloroso.
Nunca fui pasiva, no es mi forma de ser. Me gusta actuar, jugarme, moverme, hacer el jaque.La espera es agónica, brutal, me quita el aire, me llena la cabeza de ideas y las revuelve constantemente. Sí, tengo un batido de ideas en mi cabeza! Y eso no es bueno para nadie jajaja.

18 de junio de 2010

Adios a un genio de la Literatura, José Saramago

Murió el escritor José Saramago
El portugués falleció a los 87 años en España, donde vivía; había recibido el Premio Nobel de Literatura en 1998; entre sus obras se destacan
lanacion.com | Cultura | Viernes 18 de junio de 2010


El escritor, poeta y dramaturgo portugués José Saramago murió en España a los 87 años.
El fallecimiento fue informado esta mañana por su editor Zeferino Coelho, que precisó que el escritor murió en su casa de Lanzarote, en las islas Canarias. Coelho indicó que su salud se había deteriorado en los últimos meses.
Saramago había ganado el Premio Nobel de Literatura en 1998 y su última novela, Caín, se había publicado en 2009. En su prolífera obra se destacan: La balsa de piedra (1986), El Evangelio según Jesucristo (1991), Ensayo sobre la ceguera (1995), Todos los nombres (1997), El hombre duplicado Ensayo sobre la lucidez (2004). (2002) y
"Con sus parábolas sustentadas por la imaginación, la compasión y la ironía [Saramago] nos permite aprehender nuevamente una realidad ilusoria", dijo la Academia Sueca cuando lo distinguió con el Nobel.
Hijo y nieto de campesinos sin tierra, Saramago nació en la aldea de Azinhaga, provincia de Ribatejo, el 16 de noviembre de 1922, aunque el registro oficial menciona como fecha de nacimiento, el día 18. Sus padres emigraron a Lisboa cuando aún no había cumplido dos años. La mayor parte de su vida transcurrió en la capital portuguesa, aunque las visitas a su ciudad natal eran habituales.
Inició estudios secundarios que, por dificultades económicas no pudo terminar. Su primer trabajo fue de cerrajero mecánico. También fue funcionario de sanidad y de previsión social, traductor, editor y periodista.
Video:«Los cosas más sencillas me conmueven»


Saramago, activo militante del Partido Comunista portugués, publicó su primer libro, una novela, Tierra de Pecado, en 1947. Trabajó durante doce años en una editorial, donde ejerció funciones de dirección literaria y de producción. Colaboró como crítico literario en la revista Seara Nova. En 1972 y 1973 formó parte de la redacción del periódico Diário de Lisboa, en el que fue comentarista político y coordinador del suplemento cultural.
Según se consigna en el sitio web de la fundación que lleva su nombre, Saramago perteneció a la primera dirección de la Asociación Portuguesa de Escritores y fue, entre 1985 y 1994, presidente de la Asamblea General de la Sociedad Portuguesa de Autores. En 1975 fue director adjunto del periódico Diário de Notícias . Al año siguiente comenzó a vivir exclusivamente de su trabajo literario, primero como traductor, después como autor.
En febrero de 1993 decidió repartir su tiempo entre Lisboa y la Isla de Lanzarote, en el Archipiélago de Canarias, España. Estaba casado con Pilar del Río.
Su blog. Saramago tenía un blog llamado Cuaderno de Saramago en el que publicaba sus reflexiones personales. Había dejado de escribir en agosto pasado. En el último post, titulado "Despedida", explicó que dejaría de comunicarse por esa vía para dedicarse a la escritura de su último libro. Luego, reactivó ese espacio para sumar post en un nuevo blog Otros cuadernos de Saramago.

17 de junio de 2010

Bienvenidos al tren?

El destino no lo es todo, cada uno tiene que poner algo de sí para darle el rumbo deseado a la vida.

Si todo dependiera del destino, el universo, la suerte, o como lo quieran llamar, la vida sería muy aburrida. Seríamos solo trenes de juguetes sobre las vías de plástico dando miles de vueltas a la misma pista, viendo siempre los mismos paisajes, manejados por un invisible maquinista.

La vida no es así. A la vida hay que domarla como a un caballo salvaje: aprendiendo a tratarla pero sin hacer que pierda esa naturaleza propia que la hace tan especial.

Pero tomar sus riendas no es tan fácil. Primero hay que tener la voluntad de hacerlo, la determinación y el coraje de correr el riego de que se desboque y salgamos lastimados. Y segundo: hay que aceptar que ahora las riendas las tiene uno, por lo que no tenemos que dormirnos ni dejar de cabalgar.

Cuando la vida está en nuestras manos, cuando sentimos que las riendas se tensan, es entonces cuando comenzamos realmente a vivir. No importa cuantas veces nos caigamos y tengamos que volver a montar. No importan los moretones y cicatrices que nos queden.

Porque cada minuto vale la pena.

Poder elegir nuestro camino vale la pena.

Elegir nuestras alegrías y tristezas vale la pena.

No, no siempre es fácil, pero si queremos es posible, y el solo sentir esa posibilidad vale mil vidas vividas sobre tren artificial del destino.

14 de junio de 2010

Solo alguna de las tantas frases que me gustaron

"...a mi modo de ver, los milagros no afectan al realista, pues no le llevan a creer. El verdadero realista, si es incrédulo, halla siempre en sí mismo la voluntad y la energía para no creer en el milagro, y si éste se le presenta como un hecho incontrastable, dudará de sus sentidos antes que admitir el hecho. Y si lo admite, lo considerará como un hecho natural que anteriormente no conocía. Para el realista no es la fe lo que nace del milagro, sino el milagro el que nace de la fe. Si el realista adquiere fe, ha de admitir también el milagro, en virtud de su realismo. El apóstol Santo Tomás dijo que sólo creía lo que veía, y después exclamó: «¡Señor mío y Dios mío!» ¿Había
sido el milagro lo que le había obligado a creer? Probablemente, no. Creyó porque deseaba creer, y tal vez llevaba ya una fe íntegra en los repliegues más ocultos de su corazón cuando afirmaba que no creía nada que no hubiera visto."


Los hermanos Karamazov, Fiódor Dostoyevski

13 de junio de 2010

Algún día me iba a pasar

Cómo hice en anteriores oportunidades, les acerco un texto extraído del diario La Nación. Pero a diferencia de otras veces, hoy lo hago por estar en desacuerdo con lo escrito por el autor.En esta nota nos habla del ingreso a la lectura en la época de su infancia y adolescencia, mencionando que en la actualidad esto no se da, e indica situaciones en las cuales las generaciones actuales muestran faltas en relación a ello.¿En qué estoy en desacuerdo con Pinti? En hablar del ingreso a la lectura como algo pasado, totalmente ajeno a las generaciones actuales. Si bien existe mayor desinterés que en el pasado, aun existe en los jóvenes un interés y pasión por los libros que no va a desaparecer solo por el paso del tiempo y la evolución de la historia. Creo que no tiene que ver con algo generacional, sino con el lugar que cada familia le da al tema, a la situación, al arte literario. Solo de eso depende el acceso de los chicos al maravilloso mundo de los libros.Les dejo la nota, para que puedan formar sus propias ideas al respecto.  CambalacheLecturas
Por Enrique Pinti
lanacion.com | Revista | Domingo 6 de junio de 2010

12 de junio de 2010

La existencia más allá del vacío

"Todos somos especiales. Todos somos héroes, amantes, locos, villanos, todos. Todos tenemos una historia que contar." (*) 
Todos tenemos una realidad, un presente, un pasado, que nos delimitan el futuro. 
Todos somos alguien... todos somos... existimos...
Todos tenemos momentos en los que creemos ser nada, ser invisibles, inexistentes. Momentos en los que desearíamos ser así.
Pero siempre queda esa esperanza, ese eco en nuestras mentes que nos dice que todos tenemos una historia para contar, que siempre habrá alguien a quien le interese lo que nos pasa, que no pasamos desapercibidos por el mundo sino que alguien nos observa aunque sea al pasar.
Y esa única mirada nos hace Ser, nos vuelva al estado de existencia entre la humanidad, y dejamos de ser invisibles, aunque ni nosotros mismos nos demos cuenta de ello.
Todos somos héroes, en nuestras pequeñas luchas cotidianas, en nuestro día a día, en nuestra buena acción del día, en esos hechos que solo nosotros podemos concretar, por más sencillos que parezcan. Porque como sucede con el aleteo de una mariposa, el pequeño movimiento del ser modifica de manera total cada historia.
Todos somos amantes, aunque a veces no tengamos a quien amar. Porque amar no se trata siempre de una pareja. Uno puede amar la vida misma y convertirse en su amante más apasionado, disfrutándola y llenándose del placer que solo ella nos puede dar.
Todos somos locos, porque de músico, poeta y loco todos tenemos un poco. Esa locura que nace del lugar más recóndito del alma, esa locura que nos hace hacer cosas que nunca creímos posibles. Esa locura que nos da alas para recorrer los cielos azules profundos aunque esté lloviendo y navegar entre las estrellas en las noches sin luna.
Todos somos villanos, enemigos de nosotros mismos, contrarios a nuestros más hondos deseos, saboteadores de nuestra propia felicidad.
Todos somos... Nada más cierto... Nada más ignorado... Nada más importante.
(*) V de venganza.

11 de junio de 2010

Totalidades y nulidades

"El hombre original es, en la mayoría de los casos, un individuo que se aísla de los demás." (*) No importa los motivos que una persona alegue, ni su naturaleza ni sus excusas, aislarse no es lo correcto para el ser humano.
Se los dice alguien que pasó la mayor parte de su vida aislada. Y quizás en parte lo siga estando, depende de cómo uno lo entienda. 
Es que estar solo a veces no significa estar aislado. Tener su espacio no siempre significa alejarse. 
Más allá de eso, siempre se extraña el tener una compañía para buscar, esa sensación de romper el aislamiento y acercarse a alguien de una manera diferente. Poder estar sentado al lado de alguien sin hacer nada y sin embargo sentir que eso ya es un todo.
¿El solo sentir que existe ese todo pero no poder alcanzarlo ya me aísla de la otra persona? ¿Hay manera de trasmitirle al otro esa sensación de totalidad, ese segundo de inmensidad?



(*) Los hermanos Karamazov, Fiódor Dostoyevski

10 de junio de 2010

Más que palabras

Hace un tiempo subí esta misma canción al principio de mi blog, pero después lo cerré y la perdí. Ahora que están reabiertas las Historias de Lady Éowyn, incluso con otra fuerza, se las dejo de nuevo. Hermosa canción, historia más hermosa aún. Del manga Clover, de Clamp:

Deseo felicidad,
busco felicidad.
Para originar tu felicidad,
para ser tu felicidad.
Por eso llévame
a algún lugar lejano,
a otra realidad.
Por favor llévame ahí.
Magia que perdura,
beso infinito,
fantasía constante,
dicha sin fin.
Llévame
deseo felicidad.
Las aves cantan una canción
de lengua desconocida.
Pese a sus alas
ellas no alcanzan el cielo.
Un lugar al que no hay que aventurarse solo.
Por eso
llévame a otra realidad.
Plumas húmedas,
dedos tiesos,
derritiendo la carne,
fusionando las mentes.
Llévame,
deseo felicidad.
No es tu pasado,
es tu presente lo que busco.
Cuidadosamente,
reconstruyendo una frágil fibra.
Por favor llévame ahí
deseo felicidad.
Deseo felicidad,
busco felicidad.
Para originar felicidad,
para ser tu felicidad.
Llévame a otra realidad,
por favor llévame ahí.
Un pájaro en una jaula dorada,
un pájaro que no puede volar,
un pájaro que no puede llorar,
un pájaro solitario.
Por eso llévame,
deseo felicidad.
Soy feliz sólo por estar contigo,
soy feliz sólo por verte sonreír.
Por eso llévame a otra realidad.
Por favor llévame.
Deseo felicidad.
Mi primer pensamiento,
mi último deseo.
Aquí es
donde nos esperan las hadas.
Una tierra prometida
sólo para dos.
Por eso llévame.
Para olvidar la realidad,
para permanecer en esta ensoñación.
Para pensar en ti por toda la eternidad.
Llévame
a mi felicidad...


8 de junio de 2010

Una cuestión de principios

Oxígeno / Diálogos del almaUna cuestión de principios
Por Sergio Sinay
lanacion.com | Revista | Domingo 6 de junio de 2010


Señor Sinay: he vivido 53 años de acuerdo con mis principios, llevando una vida sin logros trascendentes o exitosos. Sigo amando a mi esposo, a pesar de fuertes crisis de pareja; tengo un hijo que ya es mayor de edad, aunque no fue la naturaleza quien me lo envió; he dejado de practicar mi carrera de contadora por no primar lo económico, aunque ahora estoy replanteándomelo por necesidad, y estoy estudiando algo que difícilmente signifique una salida laboral, como es la carrera de acompañante terapéutica, tema que me interesa muchísimo. ¿Estaré honrando a la vida si con las capacidades que recibí no llego a hacer algo para los demás? María Inés de Vita
El filoso Groucho Marx (1890-1977), actor, escritor, feroz observador de las conductas humanas e integrante, con sus hermanos Harpo, Chico y Zeppo, de los inolvidables Hermanos Marx, ironizó así alguna vez: "Estos son mis principios; si no les gustan, tengo otros". Quien acomoda sus principios a las circunstancias puede sacar ventajas, pero acaso no encuentre respuestas satisfactorias a la pregunta que se hace nuestra amiga María Inés. Ella dice que vivió de acuerdo con sus principios; sin embargo, no se adjudica logros exitosos o trascendentes. ¿Qué es un logro exitoso? ¿El que puede medirse en cantidad de dinero o bienes acumulados? ¿Qué es un logro trascendente? ¿El que se cuenta según la cantidad de páginas o pantallas televisivas ocupadas con la propia imagen? ¿O por la fama o el poder adquiridos sea como fuere? ¿Los logros son tales solo si se pueden mostrar? Hay muchas personas que cambian sus principios con frecuencia, como sugería Groucho, y gracias a ello obtienen ganancias, puestos, figuración. Son, según las medidas convencionales, personas "exitosas". En términos puramente formales y exteriores, trascienden.
La verdadera trascendencia, sin embargo, transita otro camino. Consiste en ir más allá de uno mismo para dejar el mundo un poco mejor de como lo encontramos. El psicoterapeuta y filósofo estadounidense Sheldon Kopp (1929-1999) la definía así en Al encuentro de una vida propia: "Es el camino de las personas corrientes que llevan una vida cotidiana activa y hacen honor al poder superior que hay dentro de ellas relacionándose amorosamente con los demás". Ese poder superior no es algo mágico ni esotérico, nada que se exhiba como los efectos especiales de una película. Se trata de una cualidad propia e intransferible, una perla depositada en el interior de cada persona que sólo ella puede descubrir y ofrecer al mundo. "Con demasiada frecuencia llevamos una vida diseñada por otros", escribe Kopp. "Pero todos tenemos la libertad, el derecho y la responsabilidad de vivir nuestra vida." Esa elección definirá nuestra ética, es decir los valores y principios que respetaremos y el modo en que lo haremos.
En el relato de María Inés se adivina una serie de elecciones que fueron trazando un itinerario existencial. Y se la ve ante una nueva instancia de elección en donde para la decisión cuenta la presencia del otro, del prójimo cercano o mediato. Será un nuevo logro, sin duda, aunque no se atenga a los requisitos que una sociedad exitista y resultadista exige como prenda.
En mi opinión, la vida total se honra en cada vida individual, en la forma que cada persona elige para estar en el mundo. Cuando se habla de "la" vida se menciona una abstracción. Esta deja de serlo cuando la vemos manifestarse en su forma más concreta, encarnada en cada ser. Esto hace que cada quien sea necesario. Si se desgaja la propia vida del conjunto al que pertenece y al que de algún modo se debe, en ese malgasto (más allá de éxitos aparentes) se empobrece la existencia en su totalidad. "Poco importa si lo que tienes que hacer es insignificante. Hazlo tan bien como puedas. Pon en ello tanta atención y tanto cuidado como si se tratara de lo más importante que llevas entre manos", aconsejaba Gandhi. Y respondía con anticipación a la pregunta que hoy nos ocupa acerca de los modos de honrar la vida. En un evangelio apócrifo que imaginó Borges se lee: "Nada se edifica sobre la piedra, todo sobre la arena, pero nuestro deber es edificar como si fuera piedra la arena". Es otra respuesta para la misma pregunta. Podría decirse, a la luz de estos pensamientos, que honrar la vida es una cuestión de principios. Se la enaltece eligiendo un camino y transitándolo con coherencia. Siempre que ese camino no nos aleje de nuestra pertenencia al mundo y de nuestros deberes hacia los otros.

Nuevos paisajes, nuevas fronteras

"Ya nada es lo que era", porque las cosas cambian de un día al otro, nunca las cosas son lo que fueron ayer, ni siquiera lo que fueron el minuto anterior. 
Porque de ese cambio se nutre el alma, porque la persona crece solo cuando cambia. 
No digo que los cambios sean fáciles, por algo existen teorías sobre la resistencia al cambio. Pero sí son necesarios, para renovarse, para poder volver a mirar las cosas de otro modo, para ponerse en otro lugar, para que surjan cosas nuevas, para dejarnos sorprender.
Principalmente por eso: para dejar que la vida nos sorprenda.

6 de junio de 2010

No hay mejor ciego...

"...se volvió hacia donde sabía que estaba el espejo, ... extendió las manos hasta tocar el vidrio, sabía que su imagen estaba allí, mirándolo, la imagen lo veía a él, él no veía la imagen." (*). Miramos esa imagen en un espejo, nos devuelve un reflejo que quizás no es lo que queríamos ver, que no reconocemos como representación de nuestra realidad, de ese yo físico que se da al mundo sin poder manejarlo. 
Dicen que los ojos son una ventana al alma, que a través de ella se puede acceder al corazón de las personas, encontrarlas en su ser más primitivo, ingresar en sus secretos y conocerla tal como es. Ese "es" diferente a lo que el espejo muestro. Ese "es" que preferiríamos que no pueda ser accesible a través de los ojos, ya que es nuestro, es propio, es único, y su conocimiento nos vulnera, nos deja deja desnudos ante un otro. Y vaya a saber uno qué hace el otro con ese conocimiento tan especial.
A veces eso que se ve en el espejo es lo mismo que se ve a través de los ojos. A veces somos tan transparentes que tenemos que negarnos a nosotros mismos que está pasando lo que vemos que está pasando. Es que además de quedar vulnerable ante el otro, quedamos vulnerables ante nosotros mismos, nos vemos ahí, en nuestra salvaje realidad, a cara lavada.
Y ese espejo nos sigue devolviendo la mirada sin ver, nos sigue brindando el reflejo que no queremos reconocer, nos sigue representando como no queremos ser vistos.
De manera permanente. 
Por la eternidad. 
Reflejados.


(*) Ensayo sobre la ceguera, José Saramago

2 de junio de 2010

Tpsiando

Buscando información en la web me doy cuenta de la cantidad de cosas que dan vueltas por Internet sin tener siquiera la fuente. Quizás es una mentira, quizás está errada, no importa porqué nunca se sabrá de donde salió. Da miedo, ¿no?
Hagan el intento, busquen algo sobre cualquier tema. El primer resultado que les va a traer Google es de Wikipedia. Entren y copien alguna frase. Esa misma frase búsquenla en Google. ¿Cuántos resultados exactos les trajo? ¿Alguno de esos resultados indica la fuente de la frase? ¿O son todas citas de la misma frase una y otra vez sin fuente aparente?

1 de junio de 2010

Pensandolo mejor...

Guau! La diferencia que hace pensar las cosas más de una vez! Por ejemplo, cosas que me pasaron en los últimos 15 días y que me paré a pensar más de una vez:

¿Para qué necesito que me diga que me extraña aunque sea un poco? Si eso no va a hacer que le pida que volvamos, al fin y al cabo eso no cambia los motivos por los cuales lo dejé. Tampoco me va a hacer sentir mejor, porque para empezar no me siento mal. Ni me va a hacer sentirlo más cerca, porque sigue igual de lejos.
Y ahí es cuando pensando dos veces las cosas me doy cuenta de que quiero que me diga que me extraña para que tantos años no de hayan sido en vano. Para creer que había algo en él para rescatar  y que me hizo quererlo durante tanto tiempo. Quizás para des-demonizarlo un poco (si es que existe esa palabra), que no sea tan malo.

¿Qué es este pesar que siento en el pecho? Cuando le doy la segunda pensada (o la primera en este caso, porque generalmente cuando nos sentimos así no nos ponemos a pensar el porqué, simplemente sentimos y listo) noto que no es dolor, no es angustia. Es añoranza, es saber que las cosas en general cambian y que uno tarda en adaptarse a los cambios.
Es entonces que reparo en que todos los cambios traen consigo cosas positivas, cosas buenas. Este cambio en particular me permite crear, re inventarme, volverme a conocer.