19 de junio de 2010

"El que no arriesga no gana, dijiste. El que arriesga puede morir por amor" (*) ¿Morirse con las ganas o morir por las ganas? ¿Jugarse el todo por el todo sabiendo que el "no" está asegurado o quedarse cómodo viendo la vida pasar sin riesgos?
La vida está para vivirla, y nosotros decidimos cómo hacerlo. Pero a veces esa decisión no es tan fácil como parece. A veces ya nada depende de nosotros, la decisión está en otras manos, nuestros actos solo se adaptan a la reacción ajena. Porque arriesgarse a provocar una reacción es peligroso, casi doloroso. El solo esperar un movimiento, una jugada, es doloroso.
Nunca fui pasiva, no es mi forma de ser. Me gusta actuar, jugarme, moverme, hacer el jaque.La espera es agónica, brutal, me quita el aire, me llena la cabeza de ideas y las revuelve constantemente. Sí, tengo un batido de ideas en mi cabeza! Y eso no es bueno para nadie jajaja.

1 comentario:

  1. Agus! Acabo de descubrir estoo!
    Escribís cosas muy lindas! Yo también escribo, pero no me da para publicar nada...
    Voy a pasarme seguido para leer tus post, están muy buenos en serio.
    Slds!
    Ro

    PD: Lo puse como anónim porque no tengo cuenta de blog

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