31 de agosto de 2011

Choice

Odio estos momentos en que me agarra la incertidumbre, cuando no se cómo actuar, cuál es la mejor manera, la mejor manera para mí. ¿Qué está bien? ¿Qué me sirve y qué no?
Agustina, respirá hondo, poné la mente en blanco, tratá de encontrar tu eje...
Pero poner la mente en blanco es tan difícil cuando tantas cosas te abruman, cuando todo lo que te rodea implica una idea, cuando hay tantas cosas para decidir, para tener en cuenta, para repensar.
Como dije en un texto anterior, todo en la vida son decisiones, el punto es que cuanto más consientes, más difíciles son las mismas. Hoy me gustaría dejar de decidir, por una vez me gustaría creer de manera tajante en el Destino, creer que algo más allá mueves los hilos y no hay nada que haga o deje de hacer que cambie lo que vaya a pasar.
Sí, es muy cobarde este pensamiento, me desligaría de toda responsabilidad y haría todo tan fácil.
Fácil.... que era eso?

27 de agosto de 2011

Bubble

Supongamos que uno realmente puede tomar sus propias decisiones, que cada cosa en la vida depende de aquellos que nosotros decidamos de manera consiente. Supongamos que todo es tan sencillo como hacernos cargo de eso y vivir con esa responsabilidad.
Nada es tan sencillo, nunca las decisiones son totalmente consientes, no todo depende de nuestras propias decisiones.
Si bien yo me quejo de cuando me siento sola, la mayoría de las veces busco el aislamiento adrede, busco esa soledad que da una paz más allá de esto, porque no nos vemos "tocados" por las decisiones de otros, porque esa soledad si es una decisión propia, porque este círculo cerrado que me armo la única que pone las reglas soy yo y nadie puede ingresar y modificarlas.
¿Dibujar ese círculo es una decisión? Quizás no, quizás es el instinto que me lleva a hacerlo, un instinto de supervivencia, de protección. Un instinto que quiere resguardarme de aquello que hay afuera y que uno nunca sabe con qué nos va a salir.

25 de agosto de 2011

Con Tchaikovsky en los oidos

Y como tantas veces hice antes, declaro día 1. Día 1 de intentar volver a mi eje (soy realista, lo nombre intento, espero convertirlo en logro). Día 1 de dejar que el cerebro descanse después de tanto malambo que tuvo este año.
A veces uno le da tantas vueltas a la tuerca que se olvida de la forma original de la rosca. A mí me pasa particularmente, ir sumando todo a un gran ovillo, sin importar qué, sin discriminar por qué, hasta que pierde en algún momento la forma y queda enredado.
Sabiendo que todas las cosas en las que pienso no son vanas, sabiendo que son cosas en las que tengo que pensar, solo me queda hacerlo de una manera diferente, más productiva, más sana.
Tomarme las cosas de una manera más tranquila nunca fue mi fuerte, sin embargo en algún momento lo logré, lo que prueba que es posible.
¿Cómo? El tiempo lo dirá, este año no es igual que el pasado, la forma de conseguirlo tampoco va a ser igual. Pero el ya intentarlo implica un cambio de ideas que quizás generen algo nuevo.

22 de agosto de 2011

Por qué hablamos....

Abandonar mis palabras no fue tanto una decisión mía como una de mi cerebro, mi cuerpo, algo adentro mío que me alejó instintivamente de mi blog, vaya uno a saber por qué.
No es que todo tenga que tener un por qué, de hecho estoy convencida que pocas cosas lo tienen. Es cuando me pongo a pensar en cosas como estas cuando mi lógica y mi sentido común se pierden en algo más grande, más inmenso, algo sin un por qué. Sin un por qué, con un quizás, un hasta luego, un quizás nunca, un tal vez, un jamás, una visión, sin un por qué.
Ese mismo "vaya a saber uno qué" que me acerca cada tanto al teclado, me recuerda que tengo algo acá dentro intentando salir, ya no por las mismas razones que antes (lo que alivian a mi parte lógica y mi sentido común, que vuelven a aparecer detrás de un mueble), sino por la mera razón de necesitar existir, de necesitar ser plasmado de alguna manera en el exterior, convertirse en más que ideas convulsas luchando dentro de un cuerpo. Quizás es más lo que dejo adentro que lo que logro plasmar, quizás encubro con esto más de lo que termino diciendo.
No lo sé, solo sé que escribo sin un por qué y hasta ahora para mí es la mejor forma de hacerlo.