23 de diciembre de 2010
What if...
¿Tiene sentido ver todo desde la puerta, desde afuera? El otro día en una película decían que no hay peor frase que el "what if...", que si bien no es la traducción literar quiere decir: "qué pasaría si..."
Si bien uno no puede andar por la vida a lo bobo, dando tumbos y pasos en falsos, lanzándose a cada vacío que se le presenta, tampoco puede vivir detrás de una ventana mirando como la vida pasa por enfrente, con miedo constante al fracaso o a sufrir.
No hay nada peor, realmente, que quedarnos pensando que hubiese pasado si las cosas hubiesen sido distintas. Cuando esa diferencia depende de nosotros, a veces debemos dar un salto de fe y confiar en nuestro instinto más que en nuestro sentido de supervivencia.
Sí, muchos palos me dí por tener esta filosofía, pero también muchas cosas disfruté. Y como ya dije, no es cuestión de ir a tontas y locas, nadie más contrario a eso que la Srita. Estructura. Pero sí ponerle a las cosas su justo peso, no dejar que las oportunidades se nos vayan de la mano solo por el What If.
Son muchos los golpes que llevo encima, algunos más recientes, otros durante años y de manera repetida, pero no me arrepiento de ninguno de mis actos. A veces cuesta más levantarse, pero siempre cuesta menos si miramos para atrás y nos damos cuenta que en su momento seguimos nuestros sentimientos y nuestras convicciones, que quizás algo en el camino falló, pero que fuimos siempre fieles a nosotros mismos y nos dimos la oportunidad de algo fundamental: SENTIR.
22 de diciembre de 2010
Finalizando
Pero como dije en su momento: que se me caiga la estantería encima, está bueno de vez en cuando.
Porque esta bueno volverse a armar, poder volver a mirar las piezas por separado y descubrirlas de una nueva manera.
Hasta hace un año, aproximadamente, toda mi estructura no dependía de mí, dependía del otro. El problema era que ese otro no quería hacerse cargo ni de una parte de ello, lo que en realidad es lógico, porque la única que tiene que hacerse cargo de eso soy yo.
Así que de a poco fuí poniendo todo sobre mis hombros y despacito despacito empecé a caminar con todo eso sobre mi espalda. Al principio costó horrores, pero de a poco me acostumbré a la marcha y le tome el gusto a hacerlo.
Hoy por hoy no cambio por nada esa manera de caminar. Si me pierdo en la multitud, en el caos, en la sociedad, en el otro, si me pierdo aunque sea un segundo, todavía tengo atada mi soga al final del laberinto que me devuelve al lugar de donde partí, a la luz que mis propios ojos pueden ver.
Con esto no me quiero hacer la fuerte, tengo mis momentos de debilidad, mis trabas y mis falencias, muchas ellas. Sin embargo, si tengo que pensar en donde estaba hace exactamente un año, fue muchísimo el camino recorrido y creo que por la buena senda.
Este año me quiero y me respeto más a mí misma, y conocíendome, no hay mayor logro que ese.
10 de diciembre de 2010
Y que no se pare, que ni siquiera hable
“Deja que esta noche tus pies anden descalzos, no los pares si empiezan a correr” (*), porque el correr es libertad, es sentir que el cuerpo puede moverse más rápido que lo que la mente lo hace. Y sentir debajo de eso lo que nuestros pies tocan aumenta esa sensación de libertad, de liberación de cualquiera atadura que esta turra vida racional nos impone.
La base está, la base siempre existe, es esa línea de largada que nunca queremos perder de vista y a la que siempre regresamos cuando perdemos el camino. Pero sin embargo la ruta nos depara tantos obstáculos, tantos vallas por saltar que no esperamos, tantas bifurcaciones que se escapan a nuestra visión.
Me gusta creer que tengo el camino claro, o que por lo menos que puedo armar previamente el mapa de acuerdo a mis necesidades. Pero también me gusta creer que puedo encontrarme a mitad de camino un manojo de flores frescas y puedo detenerme a olerlas sin pensar en las consecuencias.
Me gusta creer todo eso, pero estoy en dudas si es realmente tan así. Quizás esta máscara de raciocinio que me calcé no es la que mejor me queda, o quizás me tapa parte de la visión y no me deja ver más allá.
O quizás no, quizás estoy tomando las decisiones correctas.
No lo sé.
Sé que hasta ahora esta actitud me está haciendo bien. Quizás la vida en su totalidad no me está saliendo como yo lo soñé, en muchos aspectos esto es real, pero sin embargo todo lo que se me está dando me está haciendo bien a mí, no será mi utopía ideada en sueños bajo el sol, pero no hay dudas de que la vida que me está tocando, y la ruta que estoy transitando, y hacerlo de la manera en que lo hago, me está haciendo bien.
(*) Estopa, Hemicraneal
7 de noviembre de 2010
Y en mi cabeza tarareo por décima vez la misma canción
Ese aire que entra por la ventana recuerda al viento que nos golpea en cada esquina, nada tan refrescante como esa brisa.
Pero los ruidos que vienen de la calle siempre nos devuelven a la realidad, al cuerpo cansado, a los ojos que arden porque necesitan reposar, aunque no sea eso lo que queramos.
Cierro los ojos y escribo, como hago siempre que puedo. Esas mil frases, como siempre, se agolpan en mi cabeza, se cruzan con otras mil frases que salen del alma, se juntan todas en mis manos, alcanzan la punta de los dedos, pero no logran transcribirse, concretarse, salir al exterior.
Tendrían que existir un lector de mentes, un aparato que nos muestre en imágenes aquello que está rondando nuestras ondas cerebrales.
"Si doña, ¿ve esto? Es que usted está pensando en lo cómodo que es este sillón y eso le genera bienestar y le trae recuerdos de aquel almohadón que usaba para sentarse en el pasto a ver las nubes pasar", "Claro, y esas nubes le hacían pensar en animales, en seres mitológicos, en barcos surcando la inmensidad azul del cielo".
27 de octubre de 2010
Derecho al silencio Por Mori Ponsowy
La alegría duró poco. Parece que el primer día había tenido suerte, porque la segunda vez que fui ya no había silencio, ni dentro ni fuera del agua. La tercera tampoco. Dos altoparlantes invadían el ambiente con rock, cumbia, pop o folklore. Eso sí: clásica, jamás. Si había niños en la piscina, hasta podían sonar canciones tan estridentes como En el auto de papá o La gallina turuleca. Increíble, pero cierto. Como si los niños necesitaran ruido para divertirse.
Antes de decirle adiós a las medusas y al poemario, y sabiendo que ahí ya no haría ni un amigo, pues me crearía fama de huraña, pregunté si podían apagar o, al menos, bajar el volumen de la música. La primera vez me miraron extrañados, pero poco después tuve la suerte de encontrarme con personas sensatas, y ahora, si no hay nadie más en la piscina, el gentil salvavidas apaga la música cuando llego o, al menos, le baja el volumen.
Lamentablemente, uno no siempre se topa con gente como ese salvavidas amigo. A pesar de que la música ambiental es una invasión a la privacidad y a nuestro peculiar monólogo interior, es frecuente que ni siquiera nos sintamos con derecho a pedir silencio. La música, a diferencia de otros sonidos, transmite emociones contagiosas. ¿Por qué debemos permitir que otros nos impongan sentimientos que no son los nuestros? ¿Qué sucede si un ciudadano ha perdido a un ser querido o si, simplemente, quiere estar en paz con sus pensamientos, y de los parlantes del lugar donde entra a comprar un pan tibio que lo calme sale cumbia villera? ¿No es eso una falta de respeto a la privacidad individual?
A diferencia de la vista y del tacto, el oído es un sentido del que no nos podemos sustraer: las ondas sonoras llegan a nuestro cerebro querámoslo o no, y no existe mirar hacia otra parte o retirar la mano que se quema. Como muchas otras características de las sociedades contemporáneas, la omnipresencia de la música de fondo quizá se deba a que el hilo musical hace que los consumidores, sin darse cuenta, pasen más tiempo mirando las vidrieras y que, por ende, compren más. En los McDonald´s, por ejemplo, suelen poner música rápida durante las horas pico para que la gente se mueva más de prisa y deje las mesas vacías en menos tiempo. En horas de menor movimiento, en cambio, pasan música más lenta para que los clientes se queden y consuman más.
En algunos países ya hay grupos que abogan por la prohibición de la música en lugares públicos. Una de las tácticas recomendadas es abandonar el negocio, no sin antes comentarle a algún vendedor que habríamos comprado algo si la música no nos hubiera ahuyentado de ahí. También se puede usar, cuando lo hay, el libro de quejas, para dejar constancia de nuestro fastidio.
Susan Sontag afirmaba que una plaga de nuestro tiempo es la tendencia a la uniformidad, la ausencia de contrapuntos y de una fricción intelectual lo suficientemente fuerte como para despertar el cuestionamiento a los poderes y a las modas imperantes. Pertenecer al rebaño es una necesidad humana. Sin embargo, no ser igual a los demás no debería avergonzarnos, entre otras razones, porque la mayoría de las veces hay muchos como nosotros que tampoco se sienten iguales, pero que permanecen en silencio por temor a incomodar con sus diferencias. Estoy segura de que, aunque nadie más lo diga, no soy la única nadadora que prefiere paz mientras está en el agua.
Mi poemario va mucho más lento de lo que quisiera. Sólo me convierto en medusa los días en que no hay gallinas turulecas ni heavy metal en la piscina. De todas maneras, estoy segura de que algún día lo voy a terminar. Entre todos los poemas habrá uno plagado de asombro por esos seres unicelulares que una vez fuimos, y que del vasto silencio del fondo del océano pasaron a poblar la tierra y a acabar, no sólo con selvas y sabanas, sino también con la calma del agua y el asombro ante el cielo estrellado.
24 de octubre de 2010
Quizás
Las frases se me escapan de la mente. Me tocan un segundo y se van. Solo quiero lograr llegar al teclado a tiempo para poder plasmarlas de alguna manera, pero no lo logro.
Será falta de inspiración, será falta del humor adecuado para escribir, quien sabe qué será. Pero es.
Creí que el llegar a un estado mental sano y feliz me iba a ayudar a escribir más y quizás mejor. Pero al fin y al cabo me está costando más que antes.
Quizás porque no sé que quiero decir ni tampoco cómo. Quizás porque hay cosas que no quiero poner en palabras o no quiero pensarlas.
Como si tuviera un dique en mi cabeza, que para las ideas y no las deja salir. Un dique que mi propia cabeza construyó para no pensar todo tanto, porque cuando pensaba mucho no salía bien parada, porque las ideas que fluían solo removían el fondo ensuciando todo.
Quizás es simplemente el cansancio de fin de año, el agotamiento mental acumulado de meses de duro trabajo. Pero quien me quita lo bailado este año, cada gota de sudor valió la pena para alcanzar la paz mental que hoy tengo conmigo
21 de octubre de 2010
Últimamente ando con una laguna
“Mi dulce memoria ha sido enterrada a los pies de un árbol hendido” (*), esa memoria que constantemente me falla, que me hace perderme en su laberinto sin encontrarme jamás.
Es difícil recordar cuando uno se olvidó como hacerlo, cuando fue más fácil callar los ecos de las habitaciones vacías para poder seguir mirando adelante, y ahora nos olvidamos de las voces.
Es difícil haber luchado por no recordar día a día y ahora intentar hacerlo aunque sea una vez al año.
Ya no recuerdo tu voz, solo ese murmullo de los últimos tiempos cuando apenas podías llamarme de una habitación a otra. Ya no recuerdo tu cara antes de que toda imagen se deformara.
Quiero recordar algún suceso donde seas más, donde pueda ponerte en ese lugar que te corresponde y del que tuve que sacarte a la fuerza hace tanto. O quizás nunca llegué a colocarte ahí y ese es el problema.
Como recordar un rol que para mí jamás existió. Como considerarte de cierta manera si nunca pude ponerte ahí.
Y acá es cuando me vuelvo fría de nuevo, donde veo las cosas de manera concreta y las pongo en su justo peso. Donde no hay memoria que me alcance porque no tengo memoria para ser alcanzada. Donde el recuerdo deja de valer porque nunca pude darle peso.
"Una vez alguien me dijo que los peces no tienen memoria, que en apenas unos segundos olvidan lo que han vivido momentos antes. La memoria de hombres y mujeres me recuerda a menudo a la de los peces, hombres y mujeres que olvidan su historia, lo que han sentido, hombres y mujeres con amnesia abocados a repetir los mismos errores..." (*)
(*) Ismael Serrano
4 de octubre de 2010
Las palabras de un gordo sabio
Las palabras de un gordo sabio
Meredith Grey 7x2
23 de septiembre de 2010
Estudios sobre el amor (5)
En el régimen normal, la cosa atendida ocupa unos momentos ese centro privilegiado, del cal es expulsada pronto para dejar a otra su puesto. En suma, la atención se desplaza de un objeto a otro, deteniéndose más o menos en ellos, según su importancia vital. Imagínese que un buen día nuestra atención quedase paralizada, fija en un objeto. El resto del mundo quedaría relegado, distante, como inexistente, y, faltando toda posible comparación, el objeto anómalamente atendido adquiriría para nosotros proporciones enormes. Tales, que, en rigor, ocuparía todo el ámbito de nuestra mente y sería para nosotros, él solo, equivalente a todo ese mundo que hemos dejado fuera merced a nuestra radical desatención. Acaece, pues, lo mismo que si aproximamos a los ojos nuestra mano: siendo tan pequeño cuerpo, basta para tapar el resto del paisaje y llenar por entero nuestro campo visual. Lo atendido tiene para nosotros ipso facto más realidad, más vigorosa existencia que lo desatendido, fondo exangüe y casi fantasma que aguarda en la periferia de nuestra mente. Al tener más realidad, claro es que se carga de mayor estima, se hace más valioso, más importante y compensa el resto oscurecido del universo.
17 de septiembre de 2010
Estudios sobre el amor (4)
Estudios sobre el amor (3)
14 de septiembre de 2010
Ortega y Gasset – Estudios sobre el amor (2)
La mayor parte de los hombres muere sin haber gozado jamás una auténtica emoción de arte. Sin embargo, se ha convenido en aceptar como tales el cosquilleo que produce un vals o el interés dramático que un novelón provoca.
Por miles de noches estrelladas
"La noche está estrellada y ella no está conmigo", así y todo no puedo dejar de sonreir. Porque existe alguien así, porque esto me demuestra que aun estoy viva, que todavía tengo la capacidad de sentir, y de sentir cosas nuevas y extraordinarias.
Durante mucho tiempo me dejé llevar por esas noches estrelladas, donde los astros cruzaban el azul del cielo, donde mis ojos solo miraban el techo sin saber nada más del mundo. Pero ese tiempo quedó detrás, hoy siento otras cosas y quiero seguir sintíendolas mientras la existencia me lo permita.
Quizás la mía no es la mejor historia, quizás lo que me pasa podría llenar una novela, quizás si a alguien le contara lo que pienso y siento se compadecería de mí. Pero no se preocupen familiares y amigos, esta vida me sonríe aunque lo haga de costado, aunque me ponga cara sería me está guiñando un ojo. Y yo no pienso dejar de mirarla directo a la cara.
(Lo que está entre comillas es de Neruda)
13 de septiembre de 2010
Ortega y Gasset - Estudios sobre el amor (1)
Esta opuesta intención de ambos efectos se manifiesta en otra forma: en el amor nos sentimos unidos al objeto. ¿Qué significa esta unión? No es, por sí misma, unión física, ni siquiera proximidad. Tal vez nuestro amigo -no se olvide la amistad cuando se habla genéricamente de amor- vive lejos y no sabemos de él. Sin embargo, estamos con él en una convivencia simbólica -nuestra alma parece dilatarse fabulosamente, salvar las distancias, y esté donde esté, nos sentimos en una esencial reunión con él. Es algo de lo que se expresa cuando, en una hora difícil, decimos a alguien: Cuente usted conmigo -yo estoy a su lado-; es decir, su causa es la mía, yo me adhiero a su persona y ser.
5 de septiembre de 2010
Tengo un duende en el bolsillo
“Tendrás que aprender a escuchar al duende que está ahí en ti” (*), duende, conciencia, mente, espíritu, alma, eso que nos dice: movete, movete, movete. Que nos suspira al oído las cosas que a veces no podemos escuchar nosotros mismos, o solo que no queremos escucharlas.
Yo soy de las que creen en escuchar a ese duendecito que tenemos dentro, a esa magia que nos golpea en el pecho y que nos impulsa a hacer cosas diferentes, maravillosas para nosotros mismos.
Creo en la magia misma de lo que me dicta el corazón, en el poder de mis ilusiones y deseos, en luchar por algo con todas mis fuerzas sabiendo que quizás pierda en el camino, pero que valió la pena lo vivido.
“No es fácil elegir dos mil formas de vivir, dos mil formas de sentir” (*), porque cada segundo se abre un nuevo camino ante nosotros, cada decisión que tomamos, cada paso dado. Siempre que miramos hacia adelante nos encontramos con miles de bifurcaciones que nos llevaran a lugares inesperados. Coraje, elegí aquella que más feliz te haga aunque sea en pendiente ascendente, cuando llegues arriba vas a ser más fuerte que antes.
(*) La Oreja de Van Gogh – Dos cristales
4 de septiembre de 2010
Solo frases
"A veces al hablar de mi vida termino por romper a llorar, supongo que es asi como empiezo a ocultar lo que quiero decir de verdad". La Oreja de Van Gogh (Alguna de mis noches)
“Tengo tantas cosas, tengo todas en mi mente” (*), tantas cosas que necesito decir y que no encuentro el como, tantas cosas que sentir y sin saber cómo hacerlo.
Cuando uno empieza a vivir se encuentra con muchas maravillas que le quitan la respiración, se encuentra con mil cosas ante sus ojos, ante una luz diferente. Y es difícil saber que hacer con tantas cosas.
Tener muchas ideas, tener muchos pensamientos, tener muchos sentimientos no siempre sirve, si no se sabe como expresarlos. Tener tanto cariño para dar y nadie que lo reciba duele casi tanto como no tener nada.
(*) La Oreja de Van Gogh - Inmortal
31 de agosto de 2010
Climbing the mountain
“Muchos fracasos de la vida han sido de hombres que no supieron darse cuenta de lo cerca que estaban del éxito cuando se rindieron.”(*). Yo no creo en los éxitos, creo en los procesos, en los caminos, en los pequeños logros que nos siguen moviendo cada día.
Siempre tengo en mi mente una meta, un objetivo, aquello grande que me moviliza a un fin determinado. Pero alcanzar esa meta no lo considero un éxito, sino el principio de otro camino, otro obstáculo salvado, otra experiencia ganada, más información en mi mochila de vida que me hace crecer, superarme, ser más sabia, poder afrontar las nuevas metas y obstáculos de otra manera.
Si solo nos quedáramos con el éxito seríamos conformistas. Quizás me digan que ¿cómo puede una persona que busca el éxito ser conformista? ¿No es acaso lo contrario? Para mí no, porque quedarnos con ese éxito y regodearnos en él es conformarnos con aquello que logramos sin desear más.
No invito con esto a la rendición, al contrario, invito a la auto superación, a seguir caminando mirando siempre un objetivo diferente frente a nosotros.
¿Cuánto tiempo tardé en darme cuenta de esto? Demasiado, más de lo que me hubiese gustado. Pero hasta que no me di cuenta no pude saber lo que me estaba perdiendo. Hasta ese momento no tenía objetivos, o por lo menos no tenía en claro lo que eran para mí.
Y ahora que puedo hacer este análisis no me canso de ponerme metas, líneas de llegada y de nueva partida. Suele suceder que a mitad de camino el rumbo se desvía y encontramos otras metas, otras finalidades, y el poder seguir esos caminos y no quedarnos en el primero es lo que nos permite realmente crecer, madurar, ser más de lo que nosotros mismos creemos que podemos ser.
(*)Thomas Edison.
Memento Vivere
Acordate de vivir, acordate de respirar y disfrutar cada bocanada. Pero que ese disfrute no sean solo palabras, que no sea solo esa sonrisa que tan fácil sabés retratar en tu rostro. Que ese disfrute sea interno, que las ideas dejen de rondar y enredarse, que veas el momento y lo aprecies tal como es.
Y el agua sigue corriendo por las calles, y la vida sigue pasando y no se detiene solo porque queremos o solo porque no logramos alcanzarla. La vida es dura y larga, y lo importante de esa frase es que es larga, larga para apreciarla, larga para que podamos saborearla. Y así y todo nos queda corta, y se escurre entre las manos como ese agua que cae del cielo.
Así que a beberla, gota a gota, refrescando nuestra garganta como solo las experiencias vividas pueden hacerlo.
¿Y yo voy a estar acá esperándote hasta que te acuerdes de vivir? No lo sé, vos me dirías que no lo haga, que salga y viva yo sola. Pero sola no es una palabra que me guste y menos si sé que estás ahí afuera.
20 de agosto de 2010
Reflejos perdidos - Javier Bergia
frente al televisor rancio, sin contenido
detrás de un montón de reflejos perdidos.
Arena dura en tiempos de amor, besos desesperados,
bellas canciones de Pablo Guerrero.
Siempre me gustó por cierto tu sonrisa
Nunca olvidaré la magia de tus ojos.
Yo era un poco lento y tú ibas tan deprisa.
Delicados besos de tus labios rojos.
La radio salta y dan las siete en el despertador.
Mayo viene con flores, junio con nuevos colores.
Café con leche y tu llamada en el contestador.
Como una melodía llega tu voz a mi alcoba vacía.
Siempre me gustó por cierto tu mirada.
Nunca olvidaré el sabor de aquél aviso.
Yo era un poco torpe y tú ibas tan lanzada
que me dabas miedo y te pedí permiso.
Febrero sale por la puerta sin decir ni adiós.
Marzo vendrá lluvioso, abril soleado y celoso.
La tierra es una mandarina y un pomelo el sol.
Tú eres mi caracola, una caricia en la orilla.
Siempre me gustó por cierto tu sonrisa.
Nunca olvidaré el perfume de tu pelo.
Yo era un poco niño y tú eras tan chiquilla.
Yo te hablé de amor y me llevaste al cielo.
31 de julio de 2010
Segunda disco: La Memoria de los Peces
30 de julio de 2010
"Atrapados en azul", su primer disco --- 16 días
Esperándolo a Él
Tan ansiosa estoy que hasta el 15, día en que lo voy a ver en vivo, les voy a ir dejando sus temas a modo de cuenta regresiva.
Así que espero que lo disfruten tanto como lo hago yo.
29 de julio de 2010
Un estante atrás de otro
En el auto de Agus
Quizás es cierto, quizás no es todo una cuestión de voluntad, pero por algo se tiene que empezar. Y la voluntad nos puede servir de burro de arranque para encender el motor y que las cosas empiecen a andar.
A veces uno no tiene exactamente lo que esperaba obtener al empezar el camino, pero se puede encontrar con mucho más. Aparte, no sabemos lo que nos depara el destino y es posible que sin saberlo estemos llegando al objetivo que deseábamos en un comienzo.
O quizás no, eso no importa, siempre que podamos disfrutar del viaje.
Si si, ya lo sé, hace rato que vengo escribiendo sobre lo mismo jajaja ya tanto que casi aburro. Es que algo tan nuevo para mí, esta libertad de ser mi propio burro de arranque, mi propio motor. Sentir que soy yo la que dirige totalmente. Y espero nunca cansarme de esto ni nunca encontrar algo que detenga este camino que estoy siguiendo.
Nunca vamos a dar por satisfechos de manera total nuestros deseos, pero que si lo intentamos vamos a disfrutar otras tantas cosas en el camino, eso se los firmo acá.
27 de julio de 2010
Tormentas que apagan el televisor
Quiero volar, ser libre, dejar las ataduras de mi mente, sacar este peso que tengo en el pecho y elevarme liviana como una pluma.
Quiero llorar de una vez todas las penas pasadas, presentes y futuras, y con eso lograr que la angustia no vuelva nunca.
Si pudiera poner en palabras lo que me pasa, si pudiera al menos reconocerlo, cerrar los ojos y ver la imagen de lo que me está poniendo así. Si pudiera identificar el fantasma podría mirarlo, analizarlo, saludarlo, y guardarlo donde corresponde, siguiendo yo adelante.
Y antes de que cierre el post alcanzo un estado Zen, se desata el nudo, mi mente se pone en blanco y ya me siento mejor. Claramente escribir me ayuda, dios, es increible cuanto me ayuda!
Así que cerramos con la misma canción, pero con diferente sentido: "Pero sucede también que sin saber cómo ni cuándo, algo te eriza la piel y te rescata del naufragio".
No hay tonto más molesto que el ingenioso.
25 de julio de 2010
Ella y sus computadoras
Sin embargo acá estoy, como siempre, frente a mi teclado dejando que salga lo primero que me viene a la mente. Y lo primero que pienso es: gracias a dios que hace un par de años me compre la notebook.
Me acuerdo de la primera vez que usé una. Ni siquiera era mía, era para vender. La apoyé en la cama, sin cable ni nada, era enorme, casi tan grande como mi máquina de escribir. Lo primero que dije cuando abrí el Word fue: este es el sueño de todo escritor! Y ahí nomás escribí un cuento cortito, que me salió malísimo jajaja pero no podía evitar intentarlo ante esa maravilla de la tecnología.
Después pude comprar mi "Máquina de escribir", como yo la llamo por su tamaño y peso. Todavía la tengo guardadita en el placard, para cuando Dorothy me abandona.
Y cuando llegó Dorothy.... fue como traer un bebé al mundo =D Hace ya tres años, y estuve dos pagándola! Pero valió la pena. Tuvimos nuestros problemas, desencuentros con el cable de corriente, formateos obligados cada tanto, pero nada que con paciencia y cariño no se pudiera solucionar.
Así que acá estoy, como siempre, frente a su teclado, viendo que sale. Claramente no estoy inspirada ni hoy voy a escribir genialidades, pero solo la posibilidad de escribir este puchito me hace feliz.
19 de julio de 2010
Un presente a puro sentimiento
14 de julio de 2010
Invierno - Por Ismael Serrano
La vergüenza no es ser puto, la vergüenza es ser político y robarle al pueblo.... By Fernando Peña
11 de julio de 2010
No es necesario llegar a la final
10 de julio de 2010
Usar depiladora eléctrica y no morir en el intento
Buscando una solución a mi problema escribí en Google "depiladora electrica y no morir en el intento" segura de que iba a encontrar algo Pero no, nada. De ahora en más sí va a haber resultado, este post.
¿Y que van a encontrar cuando entren? Imposible chicas! El mundo machista sigue existiendo y nos hace sufrir de esta manera!
Le digo a una amiga: ¿quién fue la desgraciada mujer a la que se le ocurrió este invento diabólico?
Y la respuesta fue clara y contundente: Nena, no fue una mujer, fue un hombre.
Claro como el agua! Todos en sus vida tendrían que pasarse esa máquina infernal una sola vez, y así seríamos libres de la tortura china =D
Bueno, voy a seguir buscando una solución vía Internet. Si alguna tiene respuesta a la pregunta del título, me avisa por favor! Mientras tanto, volveré a los métodos arcaicos y bien guardadita va a quedar la pequeña maldita.
4 de julio de 2010
En busca de la felicidad
29 de junio de 2010
No soy la mejor mujer
28 de junio de 2010
Instrucciones para subir una escalera - Julio Cortazar
27 de junio de 2010
Más de un libro, la misma historia
19 de junio de 2010
La vida está para vivirla, y nosotros decidimos cómo hacerlo. Pero a veces esa decisión no es tan fácil como parece. A veces ya nada depende de nosotros, la decisión está en otras manos, nuestros actos solo se adaptan a la reacción ajena. Porque arriesgarse a provocar una reacción es peligroso, casi doloroso. El solo esperar un movimiento, una jugada, es doloroso.
Nunca fui pasiva, no es mi forma de ser. Me gusta actuar, jugarme, moverme, hacer el jaque.La espera es agónica, brutal, me quita el aire, me llena la cabeza de ideas y las revuelve constantemente. Sí, tengo un batido de ideas en mi cabeza! Y eso no es bueno para nadie jajaja.
18 de junio de 2010
Adios a un genio de la Literatura, José Saramago
El portugués falleció a los 87 años en España, donde vivía; había recibido el Premio Nobel de Literatura en 1998; entre sus obras se destacan
El escritor, poeta y dramaturgo portugués José Saramago murió en España a los 87 años.
El fallecimiento fue informado esta mañana por su editor Zeferino Coelho, que precisó que el escritor murió en su casa de Lanzarote, en las islas Canarias. Coelho indicó que su salud se había deteriorado en los últimos meses.
Saramago había ganado el Premio Nobel de Literatura en 1998 y su última novela, Caín, se había publicado en 2009. En su prolífera obra se destacan: La balsa de piedra (1986), El Evangelio según Jesucristo (1991), Ensayo sobre la ceguera (1995), Todos los nombres (1997), El hombre duplicado Ensayo sobre la lucidez (2004). (2002) y
"Con sus parábolas sustentadas por la imaginación, la compasión y la ironía [Saramago] nos permite aprehender nuevamente una realidad ilusoria", dijo la Academia Sueca cuando lo distinguió con el Nobel.
Hijo y nieto de campesinos sin tierra, Saramago nació en la aldea de Azinhaga, provincia de Ribatejo, el 16 de noviembre de 1922, aunque el registro oficial menciona como fecha de nacimiento, el día 18. Sus padres emigraron a Lisboa cuando aún no había cumplido dos años. La mayor parte de su vida transcurrió en la capital portuguesa, aunque las visitas a su ciudad natal eran habituales.
Inició estudios secundarios que, por dificultades económicas no pudo terminar. Su primer trabajo fue de cerrajero mecánico. También fue funcionario de sanidad y de previsión social, traductor, editor y periodista.
Saramago, activo militante del Partido Comunista portugués, publicó su primer libro, una novela, Tierra de Pecado, en 1947. Trabajó durante doce años en una editorial, donde ejerció funciones de dirección literaria y de producción. Colaboró como crítico literario en la revista Seara Nova. En 1972 y 1973 formó parte de la redacción del periódico Diário de Lisboa, en el que fue comentarista político y coordinador del suplemento cultural.
Según se consigna en el sitio web de la fundación que lleva su nombre, Saramago perteneció a la primera dirección de la Asociación Portuguesa de Escritores y fue, entre 1985 y 1994, presidente de la Asamblea General de la Sociedad Portuguesa de Autores. En 1975 fue director adjunto del periódico Diário de Notícias . Al año siguiente comenzó a vivir exclusivamente de su trabajo literario, primero como traductor, después como autor.
En febrero de 1993 decidió repartir su tiempo entre Lisboa y la Isla de Lanzarote, en el Archipiélago de Canarias, España. Estaba casado con Pilar del Río.
Su blog. Saramago tenía un blog llamado Cuaderno de Saramago en el que publicaba sus reflexiones personales. Había dejado de escribir en agosto pasado. En el último post, titulado "Despedida", explicó que dejaría de comunicarse por esa vía para dedicarse a la escritura de su último libro. Luego, reactivó ese espacio para sumar post en un nuevo blog Otros cuadernos de Saramago.
17 de junio de 2010
Bienvenidos al tren?
Si todo dependiera del destino, el universo, la suerte, o como lo quieran llamar, la vida sería muy aburrida. Seríamos solo trenes de juguetes sobre las vías de plástico dando miles de vueltas a la misma pista, viendo siempre los mismos paisajes, manejados por un invisible maquinista.
La vida no es así. A la vida hay que domarla como a un caballo salvaje: aprendiendo a tratarla pero sin hacer que pierda esa naturaleza propia que la hace tan especial.
Pero tomar sus riendas no es tan fácil. Primero hay que tener la voluntad de hacerlo, la determinación y el coraje de correr el riego de que se desboque y salgamos lastimados. Y segundo: hay que aceptar que ahora las riendas las tiene uno, por lo que no tenemos que dormirnos ni dejar de cabalgar.
Cuando la vida está en nuestras manos, cuando sentimos que las riendas se tensan, es entonces cuando comenzamos realmente a vivir. No importa cuantas veces nos caigamos y tengamos que volver a montar. No importan los moretones y cicatrices que nos queden.
Porque cada minuto vale la pena.
Poder elegir nuestro camino vale la pena.
Elegir nuestras alegrías y tristezas vale la pena.
No, no siempre es fácil, pero si queremos es posible, y el solo sentir esa posibilidad vale mil vidas vividas sobre tren artificial del destino.
14 de junio de 2010
Solo alguna de las tantas frases que me gustaron
sido el milagro lo que le había obligado a creer? Probablemente, no. Creyó porque deseaba creer, y tal vez llevaba ya una fe íntegra en los repliegues más ocultos de su corazón cuando afirmaba que no creía nada que no hubiera visto."
13 de junio de 2010
Algún día me iba a pasar
Por Enrique Pinti
12 de junio de 2010
La existencia más allá del vacío
"Todos somos especiales. Todos somos héroes, amantes, locos, villanos, todos. Todos tenemos una historia que contar." (*)
Todos tenemos una realidad, un presente, un pasado, que nos delimitan el futuro.
Todos somos alguien... todos somos... existimos...
Todos tenemos momentos en los que creemos ser nada, ser invisibles, inexistentes. Momentos en los que desearíamos ser así.
Pero siempre queda esa esperanza, ese eco en nuestras mentes que nos dice que todos tenemos una historia para contar, que siempre habrá alguien a quien le interese lo que nos pasa, que no pasamos desapercibidos por el mundo sino que alguien nos observa aunque sea al pasar.
Y esa única mirada nos hace Ser, nos vuelva al estado de existencia entre la humanidad, y dejamos de ser invisibles, aunque ni nosotros mismos nos demos cuenta de ello.
Todos somos héroes, en nuestras pequeñas luchas cotidianas, en nuestro día a día, en nuestra buena acción del día, en esos hechos que solo nosotros podemos concretar, por más sencillos que parezcan. Porque como sucede con el aleteo de una mariposa, el pequeño movimiento del ser modifica de manera total cada historia.
Todos somos amantes, aunque a veces no tengamos a quien amar. Porque amar no se trata siempre de una pareja. Uno puede amar la vida misma y convertirse en su amante más apasionado, disfrutándola y llenándose del placer que solo ella nos puede dar.
Todos somos locos, porque de músico, poeta y loco todos tenemos un poco. Esa locura que nace del lugar más recóndito del alma, esa locura que nos hace hacer cosas que nunca creímos posibles. Esa locura que nos da alas para recorrer los cielos azules profundos aunque esté lloviendo y navegar entre las estrellas en las noches sin luna.
Todos somos villanos, enemigos de nosotros mismos, contrarios a nuestros más hondos deseos, saboteadores de nuestra propia felicidad.
Todos somos... Nada más cierto... Nada más ignorado... Nada más importante.
(*) V de venganza.
11 de junio de 2010
Totalidades y nulidades
10 de junio de 2010
Más que palabras
busco felicidad.
Para originar tu felicidad,
para ser tu felicidad.
Por eso llévame
a algún lugar lejano,
a otra realidad.
Por favor llévame ahí.
Magia que perdura,
beso infinito,
fantasía constante,
dicha sin fin.
Llévame
deseo felicidad.
Las aves cantan una canción
de lengua desconocida.
Pese a sus alas
ellas no alcanzan el cielo.
Un lugar al que no hay que aventurarse solo.
Por eso
llévame a otra realidad.
Plumas húmedas,
dedos tiesos,
derritiendo la carne,
fusionando las mentes.
Llévame,
deseo felicidad.
No es tu pasado,
es tu presente lo que busco.
Cuidadosamente,
reconstruyendo una frágil fibra.
Por favor llévame ahí
deseo felicidad.
Deseo felicidad,
busco felicidad.
Para originar felicidad,
para ser tu felicidad.
Llévame a otra realidad,
por favor llévame ahí.
Un pájaro en una jaula dorada,
un pájaro que no puede volar,
un pájaro que no puede llorar,
un pájaro solitario.
Por eso llévame,
deseo felicidad.
Soy feliz sólo por estar contigo,
soy feliz sólo por verte sonreír.
Por eso llévame a otra realidad.
Por favor llévame.
Deseo felicidad.
Mi primer pensamiento,
mi último deseo.
Aquí es
donde nos esperan las hadas.
Una tierra prometida
sólo para dos.
Por eso llévame.
Para olvidar la realidad,
para permanecer en esta ensoñación.
Para pensar en ti por toda la eternidad.
Llévame
a mi felicidad...
8 de junio de 2010
Una cuestión de principios
Por Sergio Sinay
Señor Sinay: he vivido 53 años de acuerdo con mis principios, llevando una vida sin logros trascendentes o exitosos. Sigo amando a mi esposo, a pesar de fuertes crisis de pareja; tengo un hijo que ya es mayor de edad, aunque no fue la naturaleza quien me lo envió; he dejado de practicar mi carrera de contadora por no primar lo económico, aunque ahora estoy replanteándomelo por necesidad, y estoy estudiando algo que difícilmente signifique una salida laboral, como es la carrera de acompañante terapéutica, tema que me interesa muchísimo. ¿Estaré honrando a la vida si con las capacidades que recibí no llego a hacer algo para los demás? María Inés de Vita
El filoso Groucho Marx (1890-1977), actor, escritor, feroz observador de las conductas humanas e integrante, con sus hermanos Harpo, Chico y Zeppo, de los inolvidables Hermanos Marx, ironizó así alguna vez: "Estos son mis principios; si no les gustan, tengo otros". Quien acomoda sus principios a las circunstancias puede sacar ventajas, pero acaso no encuentre respuestas satisfactorias a la pregunta que se hace nuestra amiga María Inés. Ella dice que vivió de acuerdo con sus principios; sin embargo, no se adjudica logros exitosos o trascendentes. ¿Qué es un logro exitoso? ¿El que puede medirse en cantidad de dinero o bienes acumulados? ¿Qué es un logro trascendente? ¿El que se cuenta según la cantidad de páginas o pantallas televisivas ocupadas con la propia imagen? ¿O por la fama o el poder adquiridos sea como fuere? ¿Los logros son tales solo si se pueden mostrar? Hay muchas personas que cambian sus principios con frecuencia, como sugería Groucho, y gracias a ello obtienen ganancias, puestos, figuración. Son, según las medidas convencionales, personas "exitosas". En términos puramente formales y exteriores, trascienden.
La verdadera trascendencia, sin embargo, transita otro camino. Consiste en ir más allá de uno mismo para dejar el mundo un poco mejor de como lo encontramos. El psicoterapeuta y filósofo estadounidense Sheldon Kopp (1929-1999) la definía así en Al encuentro de una vida propia: "Es el camino de las personas corrientes que llevan una vida cotidiana activa y hacen honor al poder superior que hay dentro de ellas relacionándose amorosamente con los demás". Ese poder superior no es algo mágico ni esotérico, nada que se exhiba como los efectos especiales de una película. Se trata de una cualidad propia e intransferible, una perla depositada en el interior de cada persona que sólo ella puede descubrir y ofrecer al mundo. "Con demasiada frecuencia llevamos una vida diseñada por otros", escribe Kopp. "Pero todos tenemos la libertad, el derecho y la responsabilidad de vivir nuestra vida." Esa elección definirá nuestra ética, es decir los valores y principios que respetaremos y el modo en que lo haremos.
En el relato de María Inés se adivina una serie de elecciones que fueron trazando un itinerario existencial. Y se la ve ante una nueva instancia de elección en donde para la decisión cuenta la presencia del otro, del prójimo cercano o mediato. Será un nuevo logro, sin duda, aunque no se atenga a los requisitos que una sociedad exitista y resultadista exige como prenda.
En mi opinión, la vida total se honra en cada vida individual, en la forma que cada persona elige para estar en el mundo. Cuando se habla de "la" vida se menciona una abstracción. Esta deja de serlo cuando la vemos manifestarse en su forma más concreta, encarnada en cada ser. Esto hace que cada quien sea necesario. Si se desgaja la propia vida del conjunto al que pertenece y al que de algún modo se debe, en ese malgasto (más allá de éxitos aparentes) se empobrece la existencia en su totalidad. "Poco importa si lo que tienes que hacer es insignificante. Hazlo tan bien como puedas. Pon en ello tanta atención y tanto cuidado como si se tratara de lo más importante que llevas entre manos", aconsejaba Gandhi. Y respondía con anticipación a la pregunta que hoy nos ocupa acerca de los modos de honrar la vida. En un evangelio apócrifo que imaginó Borges se lee: "Nada se edifica sobre la piedra, todo sobre la arena, pero nuestro deber es edificar como si fuera piedra la arena". Es otra respuesta para la misma pregunta. Podría decirse, a la luz de estos pensamientos, que honrar la vida es una cuestión de principios. Se la enaltece eligiendo un camino y transitándolo con coherencia. Siempre que ese camino no nos aleje de nuestra pertenencia al mundo y de nuestros deberes hacia los otros.
Nuevos paisajes, nuevas fronteras
6 de junio de 2010
No hay mejor ciego...
(*) Ensayo sobre la ceguera, José Saramago
2 de junio de 2010
Tpsiando
Hagan el intento, busquen algo sobre cualquier tema. El primer resultado que les va a traer Google es de Wikipedia. Entren y copien alguna frase. Esa misma frase búsquenla en Google. ¿Cuántos resultados exactos les trajo? ¿Alguno de esos resultados indica la fuente de la frase? ¿O son todas citas de la misma frase una y otra vez sin fuente aparente?
1 de junio de 2010
Pensandolo mejor...
¿Para qué necesito que me diga que me extraña aunque sea un poco? Si eso no va a hacer que le pida que volvamos, al fin y al cabo eso no cambia los motivos por los cuales lo dejé. Tampoco me va a hacer sentir mejor, porque para empezar no me siento mal. Ni me va a hacer sentirlo más cerca, porque sigue igual de lejos.
Y ahí es cuando pensando dos veces las cosas me doy cuenta de que quiero que me diga que me extraña para que tantos años no de hayan sido en vano. Para creer que había algo en él para rescatar y que me hizo quererlo durante tanto tiempo. Quizás para des-demonizarlo un poco (si es que existe esa palabra), que no sea tan malo.
¿Qué es este pesar que siento en el pecho? Cuando le doy la segunda pensada (o la primera en este caso, porque generalmente cuando nos sentimos así no nos ponemos a pensar el porqué, simplemente sentimos y listo) noto que no es dolor, no es angustia. Es añoranza, es saber que las cosas en general cambian y que uno tarda en adaptarse a los cambios.
Es entonces que reparo en que todos los cambios traen consigo cosas positivas, cosas buenas. Este cambio en particular me permite crear, re inventarme, volverme a conocer.
30 de mayo de 2010
Generando cambio
29 de mayo de 2010
Si claro...
Esa es la mía, dije yo, yo quiero ese corte de pelooo.
Claramente no me lo corté así así, porque me iba a agregar un par de años a mi edad, y no es la idea justo ahora. Pero agarré la tijera y achuré. Sí, achuré, y me encanta hacerlo jajaja. Cada vez que achuro el pelo es como poner un pie en la luna.
Decí que no tenía una caja de tintura a mano, sino me pegaba un rojo furioso que no te cuento. Pero la primer tarde libre del mes que viene voy de nuevo a la peluquería y le digo al desgraciado peluquero que me devuelva el rojo furioso que me robó la última vez que fuí!
Eh dicho CARAJO