1 de junio de 2010

Pensandolo mejor...

Guau! La diferencia que hace pensar las cosas más de una vez! Por ejemplo, cosas que me pasaron en los últimos 15 días y que me paré a pensar más de una vez:

¿Para qué necesito que me diga que me extraña aunque sea un poco? Si eso no va a hacer que le pida que volvamos, al fin y al cabo eso no cambia los motivos por los cuales lo dejé. Tampoco me va a hacer sentir mejor, porque para empezar no me siento mal. Ni me va a hacer sentirlo más cerca, porque sigue igual de lejos.
Y ahí es cuando pensando dos veces las cosas me doy cuenta de que quiero que me diga que me extraña para que tantos años no de hayan sido en vano. Para creer que había algo en él para rescatar  y que me hizo quererlo durante tanto tiempo. Quizás para des-demonizarlo un poco (si es que existe esa palabra), que no sea tan malo.

¿Qué es este pesar que siento en el pecho? Cuando le doy la segunda pensada (o la primera en este caso, porque generalmente cuando nos sentimos así no nos ponemos a pensar el porqué, simplemente sentimos y listo) noto que no es dolor, no es angustia. Es añoranza, es saber que las cosas en general cambian y que uno tarda en adaptarse a los cambios.
Es entonces que reparo en que todos los cambios traen consigo cosas positivas, cosas buenas. Este cambio en particular me permite crear, re inventarme, volverme a conocer.

1 comentario:

  1. Los cambios son tremendos!! Pero la actitud que una le ponga es fundamental, siempre pensá las cosas positivas, y en que una no se puede quedar estancada en algo que no ve futuro. Al menos no un futuro si las cosas siguen de una misma forma. Quizás con un cambio brusco, todo se aclare. Besitos!

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