25 de julio de 2010

Ella y sus computadoras

Muchos pensarán que los días lluviosos como hoy inspiran para escribir. En mi caso no es así, es más, creo que las tardes de pleno sol y calorcito son las que más me ayudan.
Sin embargo acá estoy, como siempre, frente a mi teclado dejando que salga lo primero que me viene a la mente. Y lo primero que pienso es: gracias a dios que hace un par de años me compre la notebook.
Me acuerdo de la primera vez que usé una. Ni siquiera era mía, era para vender. La apoyé en la cama, sin cable ni nada, era enorme, casi tan grande como mi máquina de escribir. Lo primero que dije cuando abrí el Word fue: este es el sueño de todo escritor! Y ahí nomás escribí un cuento cortito, que me salió malísimo jajaja pero no podía evitar intentarlo ante esa maravilla de la tecnología.
Después pude comprar mi "Máquina de escribir", como yo la llamo por su tamaño y peso. Todavía la tengo guardadita en el placard, para cuando Dorothy me abandona.
Y cuando llegó Dorothy.... fue como traer un bebé al mundo =D Hace ya tres años, y estuve dos pagándola! Pero valió la pena. Tuvimos nuestros problemas, desencuentros con el cable de corriente, formateos obligados cada tanto, pero nada que con paciencia y cariño no se pudiera solucionar.
Así que acá estoy, como siempre, frente a su teclado, viendo que sale. Claramente no estoy inspirada ni hoy voy a escribir genialidades, pero solo la posibilidad de escribir este puchito me hace feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario