14 de julio de 2009

Breathless

De vez en cuando la gente te deja sin respiración, el aire se corta, los pulmones se contraen. De vez en cuando una brisa fresca nos toca el rostro, nos acerca el calor del sol, nos roza suavemente y nos recuerda lo hermoso de la vida. Respiro hondo, siento que el aire llena mis pulmones, recorre cada parte de mi cuerpo, renueva mi sangre. Exhalo, largo todo, me siento libre.

De vez en cuando la gente te deja sin respiración, te sorprende, te maravilla. Porque la vida tiene
algo para quitarnos la respiración a cada vuelta del camino, cada día, lo importante es lograr verlo, saber abrir los ojos y los pulmones, saber percibir esos colores que nos indican algo maravilloso, saber percibir ese aroma que anticipa lo extraordinario.

De vez en cuando la gente nos deja sin respiración, sino fuese así, buscaría las cosas que me corten el aire por un segundo, que tomen mi pecho y me detengan en ese instante.


De vez en cuando la gente nos deja sin respiración y espero que siga siendo así por el resto de mi vida.

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