21 de marzo de 2010

Domingo lluvioso en Baires

Y si, un domingo lluvioso no hay mucho para hacer, menos cuando uno anda a pata y mañana tiene que empezar de nuevo con la semana. 

Lo peor es que este día no me deja pensar en otra cosa más que en el fin de semana largo que está por venir, en mis opciones para esos días y en si voy a decidir tomar alguna de esas opciones o no.

La más viable y que me llama la atención es comprar un pasaje de ida y vuelta a alguna playa bien barata, agarrar mi mochila con dos remeras y un jean, y largarme a la soledad de la costa a pasar unos días tranquila, sin nadie que me joda.

Pero que se yo, tomar la decisión de irme sola siempre es difícil.

Primero por cómo me puedo llegar a sentir allá, por ahí me agarra un ataque de soledad y me quiero volver a las dos horas. 

Segundo por lo que me voy a perder acá, me da miedo irme y al volver que alguien me diga: "Y yo que te iba a invitar a cenar afuera y al cine, pero justo no estabas".

Ahhhhhhhhhhhhhhh

También está el tema de la plata y el destino. Si yo pudiera realmente elegir y tuviera más días para viajar, claramente no me iría a la costa, pero para un viaje de dos o tres días, mucho más lejos no puedo huir. Pero también pienso que podría guardarme esa plata y en el verano hacer el viaje que realmente quiero... aunque el verano está tan tan taaaaaaaaaan lejos.
Solo tengo en la cabeza alejarme del ruido de la ciudad..... todavía no sé el cómo.

1 comentario:

  1. jajajaja, me hiciste recordar en lo mucho que estoy pensando en salir de vacaciones, no por irme de paseo sino para poder dormir jajaja
    saludos. Hilda

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