30 de enero de 2011

A 1 semana

Deja que la lluvia acaricie tus párpados, que cada gota caiga por tu rostro y refresque lo que toca en su camino. Deja que el viento de directo en tu cara, de frente, fuerte y claro, susurrando palabras incomprensibles a tus oidos.
Tengo ganas de sentir ya el pasto fresco bajos los pies, las gotas del rocío matutino entre los dedos, respirar hondo y sentir ese aroma a verde.
Por suerte ya puse los motores en modo vacaciones, las turbinas están a bajo nivel y ya no hacen el ruido que hacen en la ciudad.
Un pie en la naturaleza y otra en la civilación.
Naturaleza-Civilazión.
Tururu tururu

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