18 de julio de 2013

Jugando al cerrajero

Llego a casa, subo al ascensor, y sin pensarlo guardo las llaves. En el momento que lo hago me doy cuenta que no está bien, que todavía me queda una puerta por abrir. Algo por abrir. Una idea quizás, un camino, una acción. Algo que está atrancado todavía queda por abrirse.
No estoy segura de tener la llave encima. Probablemente la tenga pero no sé donde encontrarla. Como todo. Es parte de mi análisis. Todo está ahí en algún lado, el tema es saber buscarlo, detectarlo, identificarlo. Encontrar la llave sin forzar la cerradura. Simplemente encontrar la llave y luego lo que abre.
A veces siento que hubo puertas que se abrieron  y que no las vi. Otras que se cerraron cuando yo pensaba que estaban abiertas de par en par. Dicen que cuando se cierra una puerta se abre una ventana, pero ¿somos capaces de ver ese movimiento de manera consciente alguna vez? ¿Se puede decir que las oportunidades son cosas que se abren y se cierran? ¿O son cosas inamovibles que tienen un único estado inalterable, y que lo que nosotros tenemos que hacer es darnos cuenta cuál es?

3 comentarios:

  1. A veces, el mundo puede ser una ventana.

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  2. El problema de las ventanas es que siempre sirven para mirar hacia afuera, pero no siempre no para adentro ;)

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  3. Aveces la ventana aparece en diferentes partes de la casa...

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