14 de julio de 2013

Mil planteos y uno más

A ver, pensemos en las frustraciones y las motivaciones. Que uno no esté bien en el trabajo es un motivo lógico para estar mal en otros aspectos de la vida. Pero ¿tiene que ser algo tan terminante? ¿cómo puede ser que un único aspecto nos golpee tanto?
Más que ponerme a pensar en los daños colaterales podría pensar un poco en qué me está frustrando. A ver, básicamente no estoy haciendo lo que realmente quiero. Estoy aprendiendo, estoy de acuerdo, y tengo muy poco tiempo de experiencia, con lo cual todavía estoy pagando el derecho de piso. Pero todo tiene un límite.
Aparte me preocupa mucho el tema económico, que no está bueno, nunca fui una persona dependiente de lo material, pero vivir al límite no me gusta, me hace sentir... no se... me hace sentir que no soy suficiente ¿? que no rindo suficiente ¿? no sé como expresarlo.
Necesito algo que alimente mi ego, algo que me diga que tengo un valor extra, algo, lo que sea, que me demuestre que no soy promedio.
Se viene una segunda mitad del año dura, larga, penosa, que va a requerir de mucha concentración de mi parte para no renunciar a cosas, para llevar todo adelante sin dejar nada en el camino.
Honestamente, no creo contar con la voluntad suficiente.
Espero equivocarme.

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