16 de julio de 2013

Huyan mientras puedan

¿Cómo manejamos el enojo? Si es que acaso se puede manejar. Tengo que aprender a enojarme. No porque no lo haga a menudo, el aprendizaje tiene que ver con la totalidad del proceso. El problema es que no me enojo cuando debería hacerlo y en cambio hay cosas que no tendrían porque enojarme que me terminan sacando.
Y lo peor es que en las dos situaciones después me termino sintiendo culpable por haber tenido la reacción equivocada.
Si, culpable, yo. ¡Capáz que un día los sorprendo y escribo sobre algo que no sepan!
Pero volviendo al enojo, ¿cómo puede ser que una reacción tan visceral a veces me surja en frío? ¿Y cómo puede ser que a veces chispita se prenda con el mínimo gesto?
Tengo que aprender a enojarme, a enojarme cuándo corresponde y con quién corresponde.
Tengo que aprender a descargar la ira, como sea, la bolsa de arena para darle golpes no es una opción... la gata acaba de salir corriendo después de que escribí eso, "basta de daños colaterales" dijo.

2 comentarios:

  1. jajajaja pobre gata, ella es más inteligente que la dueña, le dice bie a las situaciones estresantes, jajajaja

    ResponderEliminar
  2. Te entiendo muy bien, me pasa a veces, cosas que ni tienen que ver conmigo me hacen hervir la sangre, si aprendes a controlar esos enojos me pasas la receta :)

    ResponderEliminar