11 de agosto de 2012

Últimamente se vuelve Siempre

Hace diez años, o quizás un poco más, ya perdí la noción de aquellos días, escribía mi primer texto, en una vieja máquina de escribir prestada. Un texto que durante meses retoqué infinitamente, maserándose cada día por mi vida, en mi cabeza, reflejándose informe e inconexo a través de mis palabras. Ese texto se llamo y siempre se llamará "Últimamente", como su canción, como esa canción que habla de un momento y de un deseo de futuro. Desde entonces sus letras me permitieron eso, abrirme, inspirarme, conectarme con ese no se qué que llevo dentro y que siempre escupo en letras. Ese texto dio vida a este blog, me dio la necesidad de expresarme, me abrió los ojos ante una forma de escape emocional que hasta el momento me acompaña. Y anoche, escuchándolo ahí en vivo, no podía evitar pensar cien nuevos textos, las palabras se agolpaban en mi cabeza y hervían por salir. No me pasa como con otros que uno siente que la canción cuenta la propia historia, que le habla a uno. No, él genera algo diferente, despierta sensaciones diferentes con cada frase, me hace pensar má allá de la estructura de una simple canción, más allá de mi propia estructura. Me hace pensar que las palabras son interminables, implacables, imposibles de ser detenidas, que mientras tenga voz y letras todo puede ser explicado, dicho, que ningún sentimiento, sensación o vivencia merece morir dentro, que hay cosas que exceden esas palabras que quedaran plasmadas en mis textos, y que no todo exceso es malo.
Así que modificando aquello que siempre dice, familiares y amigos, si conocen el contenido de alguna de estos textos, no dejen de acompañarme en el viaje de expresarlos, de sentirlos, de maserarlos dentro y explotarlos fuera, con toda la pasión que eso implique.

No hay comentarios:

Publicar un comentario