12 de agosto de 2012

No reconozco

Ya vez que la vida tiene el mal gusto de seguir su curso sin contar contigo, porque la vida no se detiene, no para, corre, no camina, corre. Uno siente a veces que el viento nos empuja, que nuestros pies no pueden parar, que debemos seguir adelante, apurados, tomando decisiones, acciones, sin poder detenernos a pensar o a meditar.
La carrera de la vida nunca se termina, y a mi entender es larga, no corta como muchos dicen. Podemos pensar que es corta si tenemos la mentalidad de vivir cada minuto como si fuera el último, pero yo prefiero creer que es larga y que por eso nos da las posibilidades de vivir más cosas, de pasar más experiencias.
No todas esas experiencias son buenas, a veces nos toca correr en terrenos más complicados, con obstáculos, subidas, desniveles. Sin embargo no bajamos el ritmo y seguimos adelante, porque las patadas en el culo tiran para adelante, porque nada es tan poderoso como para hacer que nos detengamos, porque no hay escudos ni defensas ni caparazones que pesen lo suficiente para hacernos parar, y aunque corramos con nuestra coraza puesta siempre vamos a seguir adelante.
Aunque corramos solos, aunque no veamos esas huellas junto a las nuestras, la vida sigue su curso sin contar conmigo y sin contar con vos, solo sigue, fluye, me lleva quien sabe donde, quien sabe porque caminos, por más que lo intente no puedo elegir.

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